martes, 31 de enero de 2012

Será culpa del amor.

¿Quieres saber cuántas veces me he enamorado? Miles, millones tal vez. Me enamoré en el instante en el que te vi, me enamoré de la primera sonrisa que me regalaste, me enamoré de unos ojos marrones casi negros que me dijeron todo solo con mirarme, me enamoré de tus palabras bonitas, me enamoré de tus "te amo" sobre la mesa y de nuestro a punto a. Me enamoré de tus corazones de papel, me enamoré de cada tontería que decías y de las que robabas, me enamoré de tu paciencia, me enamoré de tu risa perfecta y contagiosa, me enamoré de cada una de tus pequitas, me enamoré del olor de tu colonia. Me enamoré de cada pestañeo de tus ojos, me enamoré de cada suspiro acompañado de un "Ay Dios mío!" que me imitabas y contestabas con un "Pues no es tuyo", me enamoré de tus brazos que me abrazaban aunque hiciera calor. Me enamoré de tus ideas, me enamoré de tus enfados tontos y cortos, me enamoré de tus viernes raros, me enamoré de cada pellejo de tu piel, me enamoré de todas las esquinas aunque allí nos separábamos y de cada banco que un día nos sentamos, me enamoré de tu "fea" seguido de mi "tonto". Me enamoré de nuestro primer beso y del que te devolví, me enamoré de ese principio sin palabras, me enamoré de todo eso que vino después. Me enamoré de tí y de todo lo que me diste y me das. Me he enamorado muchas, muchísimas veces pero siempre y únicamente de TÍ.

jueves, 19 de enero de 2012

Hasta el infinito ida y vuelta.

Pensaba que no podía amar más, que ya había llegado al infinito. Creía que no había nada más allá de lo que sentía. Es como cuando haces una carrera y llegas a línea de meta, sabes que has llegado pero eso no quiere decir que no te queden aún mil vueltas más para llegar al final. Es esa sensación que te da que aún, pase lo que pase, sigues mirándolo con nervios, siguen brillándote los ojillos y sigues amándole, no como el primer día sino más, mucho, muchísisisisisimo más. Porque aunque pasen los días eso solo hace que lo que sientes sea más fuerte, más intenso. Porque no me canso, no me aburro de quererle. Quizás por su culpa por ser tan maravilloso, tan increíble o quizás por la mía que me ilusiono cada vez que me mira. Porque es lo mejor que tengo, que tuve y que espero tener. Porque aunque parezca imposible este juego llamado amor a mi se me queda algo corto. Porque cuando llegas a las estrellas, sabes que hay más, cuando llegas al firmamento sabes que hay más pero desde que él me ha enseñado a amar de verdad he de decir que hasta el infinito se me queda corto. Porque le amas más, más que cualquier tope que intentes poner. Y mientras tanto me conformo con decir que te amo hasta el infinito ida y vuelta.