sábado, 29 de diciembre de 2012
Confía en mi, yo te llevo.
Por esas veces que decimos que la vida no tiene valor ni sentido. He decidido no hacer caso de nada, cerrar los ojos e ir donde mis piernas digan. No importa los empujones ni las piedras del camino, tampoco importa las cosas que haya alrededor, no tienen importancia si no deciden acompañarte ciegamente. Es cuestión de avanzar sin saber lo que espera, solo sé que trata de levantarse y andar, no hace falta que sigas una línea recta, lo importante es seguir sin dar la vuelta. El reto es confiar en ti, no abrir los ojos hasta el final y no seguir a nadie, simplemente caminar con el que vaya a tu par sin ni siquiera saberlo. Trata de sentir, únicamente, esos impulsos que dicta algo que la vista no alcanza y la cabeza desconoce.
No prometo no tener miedo, sólo prometo no parar hasta que no llegue al final. Sea o no sea lo que espero será sin duda alguna lo que, aunque no sepa ni entienda, quiero. Porque no siempre es importante el camino, lo importante es saber terminarlo.
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