No hay duda.

-Pequeña, ¿crees en el amor?
+Claro, estoy perdidamente enamorada o es que aún no te has dado cuenta.
-Pero...y ¿cómo sabes que es amor? ¿Cuando le ves y se acelera repentinamente el corazón? o ¿cuando no puedes dormir sin antes desearle buenas noches?¿Es algo así como ser capaz de todo por él o quizás cuando le miras y le ves perfecto haga lo que haga o vista lo que vista? ¿Puede ser que sea esa necesidad de abrazarle o de besarle cada vez que puedas?No sé puede que existan esas mariposas en el estómago que te aseguran ese amor que le tienes. Claro que también puedes darte cuenta que le amas cuando le ves con otras y quieres ser tú esa. Creo que amar es algo que te quita el sueño, el hambre y las ganas si él está mal. Y...¿Cuando le ves sonreír? ¿SIentes que nada puede ser más bonito? Uff...¿cómo lo haces, pequeña, cómo puedes decir con tanta seguridad que le amas?
+Porque es más sencillo que todo eso. Cuando eres capaz de cambiar el color del cielo sólo para verle feliz, ahí es cuando sabes que si no es amor es porque es superior a cualquier sentimiento.

Y si tú quieres andamos juntos.

Podría jurarte muchas cosas y prometerte decenas de promesas. Pero prefiero no mirar el futuro, no hacer nada de eso que consiga dañarte, prefiero no hacer juramentos ilusos que no llevan a nada, aunque se cumplan. Escojo lo opción de ir paso a paso, de agarrar tu mano y andar, sin sentido, sin meta y sin decisiones. De no mirar más allá de un espejo, de no ver más de lo que el destino dirija. No te pienso poner ataduras que digan siempre, pretendo andar un presente que demuestre más que las palabras.

Lo quiero contigo todo.

Quiero compartir contigo la manta de una tarde lluviosa de domingo. El agua y la espuma de una bañera. El olor a café caliente las mañanas de invierno. La noche más larga de mi vida. Una bonita puesta de sol. Una foto de postal. Las sábanas azules, las rojas, las verdes y las bicolor. Un viaje al Fin del Mundo. Mi almohada. Toda mi vida. Desayunos en la cama. La botella de vino de una cena. La luz de una vela. Mil mañanas de resaca. El beso más largo de la historia. El reflejo de la luna en el mar. El armario. Mi lado de la cama. Chocolate, nata, fresas y champagne.Todo, quiero compartir todo contigo.
Aunque, para mi, cuando se trata de ti, el lugar, el como y el que, me dan igual.

Es mi cielo.

¿Alguna vez has tocado el cielo con las puntas de los dedos? Pues yo, desde mi metro y medio, SÍ, no solo lo he tocado, he pisado sus nubes. He vivido allí largas temporadas, quizás eran cortos segundos pero tan eternos. Y sábes que es lo mejor de todo, que no me canso, que después de tanto tiempo no me aburre, sino que todo lo contrario, quiero más, mucho más. Me encanta esa sensación de flotar, de estar solos, de estar protegida. Suena tan cursi...pero solo me entenderás cuando lo toques tú también, el cielo es un vicio, el mejor vicio del mundo.
Y por suerte yo lo toco día a día, siempre y cuando él me abrace.

Hasta el fin del mundo te seguiré.

Somos lo que somos.

Cuantas veces hemos deseado borrar un día, un momento, un instante e incluso, un año de nuestras vidas. Borrarlo todo y vaciar nuestras memorias. ¿Cuántas veces hemos dicho 'ojalá nunca hubiese pasado', 'ojalá pudiese borrar el pasado'? Miles de veces pero...realmente ¿borrarías todo eso que has hecho? Dónde queda el primer beso y el primer amor, olvidarías las primeras miradas y las primeras sonrisas. Desaparecerían esos amigos para toda la vida y esas miles de cosas que has hecho con ellos. Dejarías atrás los comienzos en lugares nuevos, las risas y los pequeños grandes recuerdos. Dejarías los sentimientos aparcados, como cuando haces una mudanza y se extravían cosas que ya no nunca encontrarás. Olvidarías las veces que lloraste de alegría y dejarías de ser tan fuerte por las veces que lo hiciste por desilusiones, por traiciones o por miedos. Es cierto, olvidarías todo aquello que te hizo sufrir y permanecer horas sin dormir tirada en la cama pensando, pero realmente crees que te compensaría perder todas esas primeras vivencias, todo eso que ha hecho que seas lo que hoy eres. Por muy mal que hayas llegado a hacerlo, por muy mal que hayas jugado las cartas, siempre puedes volver a barajar las cartas y jugar una nueva partida.

No me faltes mi vida, no puedo perderte.

Y por decir tonterías, un día dije que te quería. Ilusa bobada, cuando me di cuenta que eras mi vida. Y si, cuando pensé que un día te perdería, te irías, ahí perdí el norte, los sentidos, la vida por segundo con cada paso que te alejaba un poquito de mi. Me entraban dudas, esas dudas de si aguantarías las miles de manías que tengo por segundos, la cantidad de locuras que sería capaz de hacer por instantes y el montón de veces que daría todo y no doy nada. Que sepas que si te duele la cabeza a mi me mata el alma, que eres todo. Que si te vas me matas y me rematas. No me faltes mi vida, no puedo perderte. Que si me faltas tú, que si me quedo sin tus manos, sin tus ojos, sin ti...que si te vas, que si te vas...que si te vas yo ya no soy nada.