domingo, 30 de octubre de 2011

Lo malo también se acaba.

Ya he vivido miles de desilusiones y no han sido para tanto. Que me he enamorado de idiotas que volvieron a mi vida cuando ya no les quería. Que me he enamorado y me desenamorado en cuestión de segundos, porque no era amor, era tontería. Ya he llorado por amigos que no lo eran. Ya he olvidado lo que creí que era imposible olvidar. Ya me he desecho de personas que creía importantes. Ya he conseguido hacerme a la idea que nadie es imprescindible, porque lo creí y ahora que no están sigo respirando. Que ya he sufrido muchas traiciones y solo me han fortalecido. Que ya he caído en trampas y he podido salir con la cabeza alta. Ya he dado todo por gente que no dio nada por mí. Que me creí importante para alguien y solo me di cuenta que no era así. Que ya he vivido amores eternos que acaban con un "me arrepiento de ti". Que ya he soñado y me he dado cuenta que eran pesadillas, y eso no me ha quitado las ganas de seguir soñando. Ya he sufrido por gente que no me merecen ni tan siquiera. Que ya he pasado demasiadas horas muertas pensando en si recuperar a ciertas personas o no. Que ya he perdonado lo imperdonable, por tonta, por no perderles para después que se vayan solos. Me va mejor sin perdonarles. Ya he llorado demasiado por cosas que nunca importaron tanto. Porque eso me enseñó a no creer en los siempres ni en los nuncas ni en las verdades ni en las mentiras ni tan siquiera en las personas ni en mi, pero después de eso, después de lo malo, coge y las cosas ya solo pueden ir a mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta pequeña :D