Gracias, sí gracias a todos los amigos que he tenido en dieciséis años de mi vida y gracias a todos aquellos que tendré aún.
Porque el valor de la amistad es tan difícil de obtener como de mantener.
Todo cambia a raíz de un gesto, un simple segundo. Todo tarda en irse lo mismo que tarda una lágrima en caer por tu cara. Porque tantos amigos dejé en el tintero, en el recuerdo, en el pasado. Tanta gente que no quise conocer o simplemente se me olvido conocer por falta de tiempo. Tantos posibles amigos que no tuve tiempo de aprovechar. Y...tantos amigos que desearía no conocer. Tantos falsos amigos que no supieron valorar esas cinco letras, tantos y tantos que decidieron que mi amistad valía más bien poco. Tantos momentos perdidos. Si no me hubiera cegado en algunos amigos...quizás ahora sería otra. Me cegué en intentar que saliera bien, que existía la buena gente. Pero miré en dirección contraria...pensé en todos aquellos que pude perder por una persona que en cuanto pudo te la clavó por detrás.
Porque tantos y tantos amigos me hicieron daño que sé que la amistad es cosa de años, meses e incluso días...la amistad es temporal, por suerte o por desgracia.
Eso es algo que sucede, hay gente mala pero y la buena qué.
Lo temporal, realmente, no es malo. Conocer gente, darlo todo por esos amigos y anteponerles a cualquier cosa, no es malo. Porque quizás por circunstancias te toca separarte de ellos pero si has sido un buen amigo, un compañero de juegos, de momentos... Quizás siempre quedarás en los mejores momentos de alguien, porque la gente buena no se olvida nunca. Y, yo aunque creo que con los amigos que ahora me junto no voy a estar hasta viejecita, voy a poner lo mejor de mí, y a dar todo lo que tengo por ellos, porque quizás no estemos juntos pero con quedar como una gran persona que les hizo feliz durante x tiempo de sus vidas me conformo.
Porque la amistad no es cuestión de años, es cuestión de detalles, de momentos puntuales, de cosas concretas...AMIGO es un título que no se da con fiestas juntos sino con estar cuando se acaba la fiesta.
domingo, 13 de marzo de 2011
viernes, 11 de marzo de 2011
Se nota.
-¿Qué me dices si te digo que no creo en el amor?
-Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
-¿Por qué estás tan segura? ¿Lo has visto alguna vez?
-Claro que si. Lo leo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus manos sudorosas cuando estás cerca de él, lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas al verle. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se de cuenta de que le quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarle cuando llora, leo en tu sonrisa una mentira piadosa y siento como aprietas los labios para que no se te escape un te quiero. Sin embargo, te ocultas detrás de un “es imposible” porque piensas que es valiente no decir la verdad. Pero ¿sabes pequeña? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar “yo no”.
-Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
-¿Por qué estás tan segura? ¿Lo has visto alguna vez?
-Claro que si. Lo leo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus manos sudorosas cuando estás cerca de él, lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas al verle. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se de cuenta de que le quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarle cuando llora, leo en tu sonrisa una mentira piadosa y siento como aprietas los labios para que no se te escape un te quiero. Sin embargo, te ocultas detrás de un “es imposible” porque piensas que es valiente no decir la verdad. Pero ¿sabes pequeña? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar “yo no”.
martes, 8 de marzo de 2011
Por suerte sé caer bien.
¿Te acuerdas cuando eras pequeña y te ponías a correr como una loca, aunque tu madre no te dejara? Y tantas veces que mi madre me dijo: “Pequeña, te vas a caer” pero la pequeña no paraba. No había nada ni nadie que hiciera que pararas. Y mil veces que me acabé cayendo y llorando, muchas veces yo sola por no saber parar y otras muchas por culpa de gente que te pone la zancadilla.
Pues he aprendido que la vida es igual que ese jugo de niños. Exactamente igual.
Tantas veces que hice lo que sentía, me deje llevar; siempre hay alguien que te avisa del peligro pero no hay cosa que más te lance que dicho peligro. Y mil veces que caí yo sola por, tal vez, ir demasiado rápido o por mirar hacía detrás. Pero las caídas que más duelen son las que te provocan...
Pero aún así te levantas, siempre te levantas, a veces con ayuda y muchas veces sola. Pero te levantas y sales corriendo de nuevo. Quizás al principio con algo de miedo pero acabas corriendo sin acordarte que caíste.
miércoles, 2 de marzo de 2011
Solo él.
No, no es como el resto. Es mucho mejor que cualquiera.
Y pasar los días junto a él es lo mejor que me ha pasado en la vida. Porque es la mejor persona que he podido encontrar y compartir mi vida con él. Es el que me hace llegar a las nubes y por el único que temo caer del cielo.
Es más que un todo, es más que un novio. Es un confidente, un apoyo, una sonrisa, una mirada de complicidad, es una amigo.
Porque con una mirada nos entendemos a la perfección y con una sonrisa hacemos que el otro sonría aunque esté hundido.
Porque es la única persona que me saca de mis casillas hasta reventar. Porque con nadie discuto tanto como con él pero nadie hace que una discusión acabe siendo tan maravillosa.
Porque me educa, si, gracias a él soy mejor persona, mejor alumna, mejor amiga y mejor hija (creo).
Porque me hace llorar de risa cada vez que abre la boca, es lo mejor que me ha pasado.
Porque en él siempre encuentro un abrazo en cualquier momento. Es que saca la parte más ñoña de mi.
Porque cuando algo va mal y me abraza lloro como una niña entre sus brazos. Porque él no seca mis lágrimas simplemente él llora cuando yo ya no tengo más lágrimas.
Porque por él cambiaba hasta el color del cielo.
Porque le amo, le amo por encima de todo y él solito ha hecho que lo ame más que a mi.
Porque ese niño es mi vida entera.
Y pasar los días junto a él es lo mejor que me ha pasado en la vida. Porque es la mejor persona que he podido encontrar y compartir mi vida con él. Es el que me hace llegar a las nubes y por el único que temo caer del cielo.
Es más que un todo, es más que un novio. Es un confidente, un apoyo, una sonrisa, una mirada de complicidad, es una amigo.
Porque con una mirada nos entendemos a la perfección y con una sonrisa hacemos que el otro sonría aunque esté hundido.
Porque es la única persona que me saca de mis casillas hasta reventar. Porque con nadie discuto tanto como con él pero nadie hace que una discusión acabe siendo tan maravillosa.
Porque me educa, si, gracias a él soy mejor persona, mejor alumna, mejor amiga y mejor hija (creo).
Porque me hace llorar de risa cada vez que abre la boca, es lo mejor que me ha pasado.
Porque en él siempre encuentro un abrazo en cualquier momento. Es que saca la parte más ñoña de mi.
Porque cuando algo va mal y me abraza lloro como una niña entre sus brazos. Porque él no seca mis lágrimas simplemente él llora cuando yo ya no tengo más lágrimas.
Porque por él cambiaba hasta el color del cielo.
Porque le amo, le amo por encima de todo y él solito ha hecho que lo ame más que a mi.
Porque ese niño es mi vida entera.
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