Me gusta llegar a casa y mirarme en el espejo, quizás esté horrible y mis ojeras recuerden la resaca de ayer, pero ver esa sonrisilla tonta que se me queda después de estar junto a tí me hace sentir tan bien, tan especial. Y cuándo me cambio de ropa...esa sonrisa que tengo porque todo me huele a tí, ese olor que me recuerda cada abrazo contigo. Y sí, adoro esa sonrisa boba que me sacas después de soltar alguna parida sin gracia, o cuando me miras y te ries de los celos tontos que tengo cuando hablas o miras a otra. Y cuando apareces de golpe por las mañanas y me saludas, sacas esa sonrisa. Y esa sonrisa forzada que me sacas cuando las cosas van mal. Y esa sonrisa pícara que tanto me gusta, porque me da seguridad. Me gusta sonreír porque tú sonríes.
Porque quizás mi sonrisa si no me la provocas tú no vale tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta pequeña :D